El Jiu Jitsu Brasileño (BJJ) es un arte marcial que busca es la superación personal, estimula a los niños a ir más allá de sus propias limitaciones y alcanzar sus metas. No es un método de entrenamiento agresivo y las clases se desarrollan bajo una disciplina y respeto a los compañeros. También es un efectivo método de defensa personal, desarrolla los reflejos, la flexibilidad y las habilidades físicas, ayudando a combatir los malos hábitos y la obesidad.
Un estudio publicado por la Academia de Deportes de Estados Unidos asegura que las artes marciales pueden ayudar a los niños a mejorar su aptitud física, incluyendo la coordinación, la fuerza y la flexibilidad, a la vez que les transmite algunos de los valores más valiosos como la perseverancia, el autocontrol y la responsabilidad.
Los beneficios de este arte marcial, tanto a nivel físico como psíquico, los siguientes:
- Mejora la coordinación psicomotríz. Mejoran en el resto de deportes.
- Desarrolla las destrezas, los reflejos y las reacciones.
- Descarga energía, que les ayuda a dormir mejor por las noches.
- Enseña educación, disciplina y respeto a todo el que nos rodea.
- Favorece el aumento de la concentración, para estar más atentos en el colegio.
- Ayuda al niño a conocerse más y controlarse a sí mismo, se vuelven más responsables.
- Enseña valores fundamentales como la tolerancia y la responsabilidad.
- Genera la confianza de los niños en sí mismos, se portan mejor con los padres.
- Desarrolla la fuerza, el equilibrio, la velocidad y la flexibilidad, se vuelven más sanos.
El Jiu Jitsu Brasileño no es fácil, por ello educa al niño en la cultura del esfuerzo y en la disciplina y respeto por los demás, cualidades que le permitirán ser mejor persona. También puede ser una terapia complementaria en el caso de que existan problemas de ansiedad o que el niño sea víctima de acoso escolar.